No necesitas estar en París para encontrar el amor. En Francia lo puedes encontrar, ya sea en el sabor dulce o salado de unas crepas, en uno de sus tantos museos: en la mirada de Chagall, las pinceladas de Van Gogh, en un atardecer reflejado en el río Sena o en una de sus playas. Francia está llena de belleza, de historia y arte en sus calles y barrios, de música, de gastronomía, en todas sus letras y en todos sus paisajes.